miércoles, 13 de mayo de 2009

17. March Madness, April Showers and May Flowers

Tenía que ocurrir que tarde o temprano me pasaría un mes o dos sin escribir en el blog. Ha tenido que ser en esta época, digo yo, pues tras la intensidad abrumadora del invierno parece que en este inicio de primavera me ha relajado ¡hasta incluso olvidar el blog! Marzo fue de locura, en abril aguas mil y mayo... Mayo está siendo un mes renergizante, de renacimiento tras el largo invierno y el tímido comienzo de la primavera. Y un buen momento, pues, para reiniciar el blog.

Mayo es el mes de Maia, la Buena Diosa romana, símbolo de la fertilidad y la salud. En la Roma pre-imperial Maia era con freceuncia representada con serpientes, símbolos de la curación y la medicina. A su templo sagrado acudían los plebeyos enfermos, implorándole a la diosa la curación de sus enfermedades, en ocasiones incluso sacrificando una cerda en su honor.


Hasta ahora lo que he hecho este mes es estar de vacaciones, curándome el cansancio de trabajar. Con la visita de mi familia desde España nos hemos dedicado a viajar hasta Chicago (que en indio significa 'el río que apesta a cebolla', pero que para nada apesta y es una ciudad preciosa) y después al Great Smoky Mountains National Park, que también es un maravilloso lugar en el mundo para celebrar la primavera.


A finales de mes Andrea y yo nos mudamos a la casa nueva, otra buena forma de celebrar el nacimiento de algo nuevo. Con dos plantas, un sótano y un pequeño jardín creo que lo complicado no va a ser el traslado o la decoración, sino decidir que bandera colocar después de que quitemos la americana que los antiguos dueños tenían orgullosamente colgada del porche. No es que queramos ser irrespetuosos con el país que tan cariñosamente nos a acogido en su seno (y que en el proceso nos está exprimendo hasta la ultima gota de sudor de nuestra frente), sino es que la Stars and Stripes nos la trae más bien floja. Y no porque no tenga una historia interesante. Probablemente haya pocos símbolos tan reconocibles y que genere tantos sentimientos (buenos y malos, según quien) como la bandera americana. De la cultura americana probablemente la botella de Coca-Cola y el isotipo de Nike sean los únicos símbolos capaces de rivalizar con la bandera en cuanto a reconocibilidad interncaional se refiere. Muchos ya saben que las 50 estrellas representan los 50 estados americans, lo que pocos saben o recuerdan es que las 13 bandas horizonatles representan los 13 estados que originalmte declararon la independencia del Imperio Británico en 1776: Delaware, Pensilvania, Nueva Jersey, Georgia, Connecticut, Massachusetts, Maryland, Carolina del Sur, Nuevo Hampshire, Virginia, Nueva York y Rhode Island. Ohio no se anexionaría hasta 1818, pero por supuesto en este estdo todo ocurre más tarde. Como solía decir Mark Twain: "Si el mundo se fuera terminar me iría a Cincinnati, pues allí todo ocurre 10 años más tarde".

En fin, no fueron 10 años, pero si 2 meses lo que he tardado en reactaulizar mi blog, pero espero que haya valido la pena. Hasta pronto.

sábado, 28 de febrero de 2009

16. Febrero de corazones.


(AnteData: Escribo este post desde un ordenador puramente gringo, con lo cual dolorosamente me veo incapaz de usar tildes)

Es curioso que haya tenido que esperar hasta el ultimo (de verdad que duele no poder acentuar una palabra esdrujula de libro de texto) dia de febrero para escribir este post...

Febrero ha sido un mes intenso. Fisica, mental y espiritualmente. La mayor parte del mes (incluido parte de San Valentin) lo pase en el sevicio de Hemato-Oncologia. Tal vez haya sido hasta la fecha una de las experiencias mas dura que haya vivido. Y no tanto por los pacientes y sus horribles enfermedades con los que tenia que lidiar, sino por la intensidad de las guardias en las que a pesar de estar en constante moviemiento, a pesar de priorizar las tareas, a pesar de trabajar sin pausa, las cosas constantemente se acumulaban, las llamadas a mi pager se sucedian en cadena y los pacientes constantemente necesitaban atencion. En fin, intenso. Y encima de todo eso dos de nuestras pacientes perecieron durante el mes. Y si, en un servicio donde los pacientes se baten a diario contra el cancer la muerte siempre se deja sentir por los pasillos, pero ver a alguien mas joven que tu morir (cuando aun te consideras muy joven) es doloroso, en el corazon.

Y a los corazones me he pasado recientemente. Hoy es mi primera guardia en el servicio de cardiologia pediatrica y por suerte ha sido uno de esos dias que llegan de vez en cuando y que me mantienen enamorado de esta profesion. Al ser sabado hoy no ha habido cirugia cardiaca y la clinica estaba cerrada con lo cual solamente he tenido que lidiar con los muchachos que ya estaban en el servicio y lo cierto es que hasta ahora se han comportado bastante bien. No me malinterpreten, he estado ocupado, y solo ahora, un poco antes de la cena, he encontrado un huequito de tiempo para sentarme y escribir estas lineas, pero he tenido la sensacion de que ha sido un dia productivo y a la vez tranquilo. He podido sentarme a hablar con los padres que tenian preguntas, he podido discutir con las enfermeras los planes del dia, he leido un poco sobre las enfermedades cardiacas congenitas de algunos de mis pacientes e incluso he tenido tiempo para sentarme y almorzar relajadamente... y todo eso sin que mi beeper sonara como un desquiciado cada 2 minutos! (Y no, este teclado tampoco tiene exclamaciones para arriba de las nuestras).

Es increible, de verdad, que en todo el rato que llevo escribiendo mi beeper solo haya sonado una vez... De verdad, me podria acostumbrar a esto.

viernes, 9 de enero de 2009

15. Yo Soy

Releyendo algunos de mis primeros post en este pequeño blog me asombro al comprobar que ya hace más de un año de mi primera entrada. Muchas cosas han pasado en este tiempo, y de aquel Yo de finales del 2007 poco me queda en la memoria. Tal vez sea esa la función de los blogs, después de todo: un diario de la conciencia colectiva, una recolección de pensamientos e inquietudes que tuvo aquél que fuiste (o que fuimos) y ya no serás nunca más. Puede que un lector dentro de diez años lea estas lineas y piense: 'justo eso creo yo', y yo mientras, completamente transformado, diez años más diferente del yo de hoy me diga: 'vaya pamplinadas que escribía en aquél entonces'. Y no es que pretenda tener fieles seguidores de mi blog en diez años, no, soy plenamente consciente del petit comité que sigue con más bien un poco de cachondeo mis desventuras en este blog, pero tengo la esperanza de que en tanto que diario colectivo, las lineas que hoy escribimos los blogueros sigan existiendo en ese saturado y tediosamente lento internet del futuro y que de forma accidental la gente se tope con estas pequeñas piezas de conciencia del hoy -del ahora- que son los blogs y que por unos momentos puedan volver a aquel pensamiento del ayer. Y por supuesto, como con el resto de internet, hacer con ese pensamiento lo que le entre en gana.

Hoy la inspiración, igual que los minutos que me acercan a la medianoche se me escapan, así que para terminar les dejo con una frase palíndromo, que literalmente significa volver a ir hacia atrás en griego y es básicamente una palabra o grupo de palabras que se leen igual en un sentido que en otro. Este palíndromo además, el favorito de mi padre, podría ser una buena definición del blog del ahora, de la cabeza que se conecta a los nervios que llevan el impulso a los músculos que mueven los huesos que forman los dedos que tecelean el teclado hoy, 9 de enero de 2009, poco antes de medianoche, y escriben esta pequeña pieza de mi pensamiento del yo de hoy, una pieza de lo que hoy... Yo soy.

PD: Otro palíndromo, el que acompaña la foto, que me manda un amigo venezolano y, me dice, es todo un palíndromo bolivariano: Notar Ratón.

domingo, 14 de diciembre de 2008

14. Nieve y No Noviembre

Habrá notado el avezado lector que del post número 12 he saltado directamente al número 14 (saltándome el mes de Noviembre all together). Y no es la superstición lo que me ha hecho evitar el número 13, sino más bien un considerado respeto a la cultura que me ha acogido en sus senos.

Es costumbre bien extendida en este país, y especialmente en ciudades con abundantes rascacielos y otras construcciones de magnitud, como Nieuw Amsterdam, saltarse las plantas numero 13. Según estimaciones de la multinacional de ascensores OTIS, el 85% de los ascensores que producen carecen del botón número 13, y en ciudades como NY ese porcentaje es aún mayor.

Sigueindo la línea de respeto cultural, debo hacer referencia aquí a las teorías conspiratorias, tan imbricadas en la historia y pensar de este país. Hay quien dice que no es que la planta 13 sea rebautizada 14 sin más, sino que la numero 13 existe más allá del acceso ascensoril. Y es en esa inaccesible planta 13, especialmente en los grises edificios gubernamentales, donde se esconden los secretos de este país, como el marciano de Roswell, los estudios donde se filmó la falsa alunización del Apollo y los archivos con los planes del gobierno para asesinar a JFK y atentar contra las Torres Gemelas (que por cierto carecían de planta 13).

En otro tinte, yo sigo viviendo en mi casa de 2 plantas con sótano, trabajando en mi hospital de 7 bloques (ninguno con más de 12 plantas) y de guardia cada 4 noches. Ya no sé ni cuantos meses llevo con la misma rutina de trabajar a este nivel, pero me dicen que desde que empezamos la residencia en Julio hemos trabajado aproximadamente 1500 horas (que es más o menos lo que trabaja un maestro de primaria en un año entero... y a mí todavía me faltan 7 meses para terminar mi primer año). He decidido que de ahora en adelante voy a sustituir la completamente inapropiada frase de "trabajar como un negro" por la de "trabajar como un residente". Lo triste, me dice mi tía Begoña, es que nosotros lo hacemos voluntariamente.

Con la filosofía del workaholic americano, también me he propuesto seguir acuñando mi día a día con la frase "Work Hard, Play Harder", es decir, trabaja con energía pero juega con aún más energía. Y así sigo buscando maneras de entretenerme fuera del hospital. En Noviembre nos dió por las obras de teatro, tanto producción Broadway como teatro local. Pero últimamente mi plan favorito con este frío es ir a esquiar, o mejor dicho, a snowbordear. Los cincinatienses tenemos la suerte de tener una pequeña estación de esquí llamada Perfect North a apenas 40 minutos de la ciudad. Perfect North tiene poco de perfección y poco de norteño (a parte de la nieve), pero es un sitio bien divertido para calzarte la tabla y pasarte un día de risas, giros y caídas. Y el 'lift ticket' es una ganga.

En diciembre he estado trabajando en el servicio de Adolescentes, que es un servicio bien interesante, según se mire. Como pediatra mi intención en la vida es, por supuesto, trabajar con niños y bebés y ciertamente un muchacho de 18 años que viene de ingerir media farmacia por recreación o intenciones autolesivas no es exactamente lo que uno se imagina como paciente medio. El caso es que entre la rutina habitual de infecciones de transmisión sexual, sobreingestiones de estupefacientes y trastornos de conversión, hemos empezado a ver con mayor frecuencia en el servicio a los temidos trastornos de la alimentacion, es decir anoréxicas y bulímicas. Esto debe de ser, pienso yo, la respuesta lógica a una cultura en la que Thanksgiving (a finales de noviembre) y la Navidad (a la vuelta de la esquina) son en este país una celebración a la ingestión alimenticia en masa.

Yo por mi parte procuro mantenerme fiel a mi cultura alimenticia particular y trato de probar un restaurante nuevo cada semana. Me pregunto que pensarían mis pacientes anoréxicas si supieran que buena parte de mi tiempo recreativo se conforma de buscar, planear y degustar nuevos restaurantes. En fin, hoy toca Italiano, creo.

lunes, 27 de octubre de 2008

12. Otoño, Obama y Horacio

La cosas se van asentando poco a poco. Mi cuerpo se ha ido acostumbrando a la rutina de guardia cada cuatro días y duchita fría todas las mañanas a las 5... y bueno, voy tirando. Este mes mis pacientes son los pobres diablos ingresados en el Servicio de Neurología y Neurocirugía en la septima planta del hospital. Algunos locos, algunos desastres sociales, muchos epilépticos...

Los días se acortan y los árboles se tornan rojos y anaranjados. Las hojas aún aguntan las ráfagas de viento matutino, pero el frío ya se hace notar. Los planes fuera del hospital cada vez se centran más en lugares cerrados y con calefacción (museos, restaurantes, canchas de squash) y menos en lugares abiertos. Hoy he encendido la calefacción de mi casa por primera vez. En un mes abrirán las estaciones de esquí y supongo voleremos a hacer un poco más de vida al aire libre los fines de semana. Espero.

Durante los próximos dos meses estaré ocupado en los servicios de Pediatría General, los más activos del hospital. Con la época de las bronquiolitis y el asma a la vuelta de la esquina, me esperan dos meses de guardias eternas y nebulizaciones interminables. Y después vacaciones a mi (cálida) tierra, ¡a diós gracias!

Aquí la crisis se vive un poco de pasada. Los hospitales están igual de ocupados y mis pacientes de la clínica ya eran bien pobres antes de que Bush saliera presidente, así que poco cambio se percibe. La elecciones tampoco están en mi lista de prioridades estos días. Obama siempre fue mi favorito, antes de que Hillary se fuera o McCain fuera elegido para representar a los republicanos, pero lo cierto es que hoy en día es mi Madre (al otro lado del Atlántico) la que me mantiene informado.

Mi cumpleaños llegó y pasó casi sin avisar. Con mi edad Galeno era médico jefe en el ludus de gladiadores de Pérgamo y Horacio Nelson ya era un veterano comandante de guerra. (...)

Hoy ha sido un día tranquilo. Mis pacientes han tenido un buen día, las hojas siguen pegadas a los árboles. Esta noche vamos a probar un nuevo restaurante. Shangai Mama. Suena bien... espero que tengan calefacción.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

11. Mucho ruido, muchas nueces... ¡Y poco tiempo para aburrirme!

Apenas estoy comenzando mi tercer mes como residente de Pediatría, pero ya parece que llevo una vida haciendo esto. He pasado de hacer muy poco a hacer un poco demasiado en apenas unas semanas... pero hasta ahora la máquina está aguantado e incluso agradeciendo el estímulo.

A parte de rotar por los distintos servicios, hacer un par de guardias por semana e intentar aprender algo por el camino, hasta hoy me he metido en el consejo de residentes, en el comité de educación de posgrado, en el equipo de fútbol indoor y he empezado un proyecto de investigación clínica en el departamento de urgencias. ¡Ah! Y al menos una vez por semana voy a nadar a la piscina, juego al squash y organizo un partido de voley playa con mis compañeros de curso. Bueno, más que voley playa es voley sobre arena junta al río, pero bueno... Y todo esto lo debo hacer mientras promedio unas 70 horas de curro a la semana (!). A veces me siento como el muchacho de la canción de Café Tacuba, queriendo vivir 24 horas al día...

Ciertamente, lo único que echo en falta es tiempo para aburrirme. Y supongo que eso es bueno.

Have a great day.

jueves, 3 de julio de 2008

10. Sobre bebés, estrés y curvas de aprendizaje

Hace ya dos semanas que trabajo en el servicio de neonatos y cuidados intermedios como residente de primer año del Cincinnati Children's, aunque parece que llevo meses aquí. Mañana, día de la Independencia, es mi tercera guardia y, a decir verdad y a pesar de ser festivo, la espero con ganas.

Los primeros días de la rotación y de la residencia, como en cualquier otro trabajo, fueron francamente estresantes. Después de pasar las dos semanas de orientación del programa comiendo, asistiendo actividades lúdicas y aprendiendo alguna que otra cosa sobre el hospital, el primer día en el servicio se me hizo un tanto cuesta arriba. Y de repente me sorprendí preguntándome: ¿Qué hago aquí? ¿Es éste mi sitio?

Supongo que el estrés tiene su origen, al menos en mi caso, en la incapacidad para tener todo bajo control. Cuando te desorganizas, cuando se te acumulan tareas, cuando te exigen acciones y te encuentras en mitad de algo completamente distinto... Te estresas. Y ese, precisamente, es el día a día de un residente de pediatría.

Tal vez no sea justo clasificar mi trabajo como estresante. Hago lo que me gusta y debería estar agradecido (que lo estoy), y dentro de determinados parámetros, siempre es posible organizarse, encontrar un sistema, controlar las tareas y aún así mantener cierta flexibilidad. En la víspera de mi tercera guardia puedo afirmar con cierta seguridad que he dado con mi sistema y las cosas parecen rodar cada vez con mayor facilidad. El orden es sencillo: los pacientes primero, el resto puede esperar. Y el sistema es... bueno, en realidad es complicado de explicar, pero tiene mucho que ver con la perseverancia y el buen juicio.

En mi servicio actual, hablar de "pacientes" se me hace un tanto abstracto. Se trata no más que de bebés, un par de kilos de órganos, piel y vida, ahí, mirándote, esperando. Y he visto de todo en estas dos semanas: bebés con síndrome de abstinencia de la metadona que sus mamás le pasaron por el cordón, bebés amarillos de bilirrubina, bebés hipertiroideos, sépticos, hijos de adolescentes y de niñas, auténticos desastres sociales... Y aún así, son capaces de sacarnos una sonrisa a todos, cada día. Son bebés después de todo y se merecen lo mejor de nosotros.

En el Cincinnati Children's se repiten tres premisas a diario y casi en cualquier contexto: "teamwork, communication and care". El trabajo en equipo y la comunicación son conceptos que, aunque son fáciles de comprender, son extremadamente difíciles de aplicar, y aún así, en ellos radica la clave del éxito de cualquier empresa. Y es ahora cuando lo entiendo mejor que nunca. El mismo razonamiento fue el que se usó en los años noventa antes del boom de la informática, cuando los ingenieros dejaron de intentar construir ordenadores más y más grandes y entendieron que era más fácil, eficiente y exponencialmente más productivo unir un ordenador con otro. Y a otro y a otro. Y hoy lo llamamos Internet y es imparable. Los médicos omnipotentes y autosuficientes de antaño son hoy, al igual que los superordenadores, una quimera del pasado. Cuatro ojos ven mejor que dos y dos cabezas dan para mucho más que una. Imaginen todo un equipo de expertos... Imaginen un hospital entero en total sintonía. ¿Una utopía? No, un objetivo.

El concpto de "care" es más difícil de traducir, por no decir de explicar. "To care"; cuidar, preocuparse, desear y buscar lo mejor para el otro. También es un concepto manido y especialmente en esta profesión. "¿Porqué estudiaste medicina?" "Oh, porque siempre he querido cuidar a las personas, bla, bla, bla, bla...". Pues les digo una cosa, hace ya casi ocho años que entré en la facultad de Medicina con esa misma idea en la cabeza, y AHORA estoy empezando a entender lo que significa. Más allá de las medicinas y las analíticas, más allá de las historias clínicas y las exploraciones físicas, hay unos seres humanos, niños y bebés que necesitan que les cuiden... Como sea, cuando sea y custe lo que cueste. Y cuando haces bien tu trabajo, cuando sabes que ese bebé ha estado, está y (en la medida de lo previsible) estará bien cuidado, es... En fin, es un subidón.

Y de aprendizaje, ¿qué puedo decir? Tengo la sensación de que si quiero mantener el ritmo de subida de mi curva de aprendizaje voy a tener que calzarme los crampones y aferrarme a un buen piolet. ¡La cosa no para!

Es difícil de exlicar lo que es el Cincinnati Children's en esencia. Es un gran sitio, dicen, el mejor. Es un lugar de aprendizaje, una matriz para madurar, para curtir. La verdadera verdad: tengo un grupo de compañeros inmejorable y creo que algo grande nos espera en este hospital.

¿Es éste, pues, mi sitio? La respuesta no podría ser más sencilla.